El dedicado discípulo, creyendo entender algo de lo inexpresable, aventuró presuroso:
- He entendido la clave de una existencia tranquila, dejar que las cosas sucedan, aceptar el fluir de la existencia!, como aconsejaba Lao Tze, "wey wu wey": actuar sin actuar...
A su inconsciente deseo de aprobación le precedió el incómodo silencio de su maestro. Luego de unos minutos, Swami bostezó y sin ni siquiera mirarlo, al tiempo que se levantaba y se encaminaba a la salida del Dōjō, sentenció:
"...Wu wey no es dejar que las cosas sucedan, porque en ese caso alli sigue habiendo un alguien que acepta o permite que las cosas sucedan. El wu wey de Laot Tze, es el mismo señalamiento que en el Zen se escribe: mushotoko: no beneficio, no ganancia... Es el estado de extincion del Ego en tanto centro, en tanto ser, en tanto identificación con el deslizamiento metonímico, en tanto deseo!. Es por esto que puede leerse desde afuera que esa persona (un Maestro Zen por ejemplo) deja que las cosas sucedan, pero en realidad ya no hay alguien ahí que deja o no deja, que acepta o no acepta... Cuando acontece, se puede notar que la gente no lee bien ni entiende al "Swami" (un significante que remite a "ESO" aconteciendo en "eso" sabiéndose, en cierto sentido ESO) sino que entienden en tanto proyectan lo "suyo" sobre sus "señalamientos" (los del Swami), que obviamente ya no son simplemente decires..."
- El discípulo amago a hacer una pregunta pero la mirada de Swami basto para despertar en él, una sonrisa.
El discípulo ya no veía al Maestro, éste había "desaparecido"!.
Swami Ogeihcen Da Naa
2011
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