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Urano, un terremoto del Ego


En la astrología mundana, práctica o convencional, este planeta (regente o dueño del signo Acuario) representa la rebeldía, la extravagancia y la locura necesaria para romper con todo lo establecido y así dar lugar a la renovación y al surgimiento de lo nuevo. Analizándolo como función dentro de un modelo sistémico o incluso orgánico más amplio, representa la ruptura por ex-centricidad (corrimiento del centro que equilibra, es decir su opuesto Leo) necesaria para la constitucion y formacion de un nuevo nivel de orden; sin Urano y su necesidad de libertad e independencia quedaríamos a merced de la rigidez y estructura de Saturno, no existiendo posibilidad alguna para la creatividad –que por ello es un rasgo considerado netamente uraniano-.

El descubrimiento de este planeta el 13 de marzo de 1781 coincidió –sincrónicamente diría Carl Jung- con tres grandes revoluciones: la francesa, la americana y la industrial. Incluso su descubrimiento mismo tuvo una cualidad insólita, ya que a pesar de haber sido observado por el astrónomo John Flamsteed en 1690 y luego por Pierre Charles Le Monnier (que no pensaron que se trataba de un planeta y lo confundieron con una estrella), el descubrimiento efectivo se adjudicó a Sir William Herschel, un músico alemán de la corte del rey Jorge III de Inglaterra, quien observó el planeta utilizando un telescopio construido por él mismo.

Es desconcertante y diferente, incluso desde el punto de vista astronómico, ya que la inclinación del eje de rotación de Urano (e incluso el de sus anillos, satélites y el campo magnético) es de casi 90 grados con respecto a su órbita y, además, posee un anillo azul que es considerado una rareza.

En la mitología está asociado a la creación por su relación de amante con Gaia, la Tierra Madre, y de su sangre (al ser castrado cuando salía del mar por Saturno) mesclada con la espuma surgió Venus. En este mito se ve la lucha entre el principio Saturno/restricción y Urano/creatividad, que es más de una vez la problemática de lo humano.


Efectos del tránsito

Urano provocará en muchos nativos una necesidad casi compulsiva de cortar de raíz con ciertas situaciones e incluso con aspectos internos de su identidad de manera drástica e incluso imprevisible. La intuición y cierta dosis de locura incitarán a más de uno a soltar amarras para buscar nuevos horizontes donde expandirse y desarrollarse. Sin embargo, esta no será tarea fácil a menos que se disfrute de la excitación, las sorpresas y el cambio brusco como puede ser el caso de los Géminis, Acuario y Sagitario. Los signos de Tauro, Virgo, Cáncer y Capricornio que necesitan cierta seguridad se sentirán sacudidos y desconcertados y hasta temerosos por estos impulsos que emergen de su interior cuestionándolo todo. Cualquiera sea el caso, si no se asumen y enfrentan estas necesidades internas, la vida se encargará de sacudir a los nativos como si se encontraran en medio de un terremoto.

Habrá conflictos con la autoridad e incluso posiblemente con el padre. El implicado en esta situación tenderá a enfrentar a personas a las que antes temía u obedecía, pero se debe tener en cuanta que en más de una oportunidad lo hará sólo por llevar la contra. Es común encontrarse en esta etapa exigiendo intransigentemente a los demás que esta vez se ajusten a los propios designios e intereses. Básicamente, es la esencia humana, el “sí mismo”, la que pide cambios internos, en el plano psicológico, y exige que se rompan las ataduras y los límites “internos”, no sólo los externos. Es una etapa para crecer y animarse a la verdadera libertad de ser, trascendiendo la mera rebeldía. La precipitación, la impaciencia y la irritabilidad deberían ser tratadas en una terapia y no ser descargadas imprudentemente en el entorno. Más de uno se arrepentirá si asume actitudes de ese estilo.

Aquellos que reciben aspectos tensionantes a su Sol durante el 2010 (como en el caso de Géminis, Cáncer, Sagitario, Capricornio, Libra y Virgo) sentirán que este fuerte desgarro e inseguridad de lo imprevisible es externo a ellos. En la medida que se resistan a los cambios y queden prisioneros de estructuras auto castradoras, mayor será la angustia, que en algunos casos puede somatizarse en ataques de pánico.

La terapia con Flores de Bach puede ser de gran ayuda en estos casos. Lo fundamental es entender que estos acontecimientos son necesarios para el desarrollo y crecimiento individual y que las personas no son víctimas sino partícipes de los mismos.

1 comentario:

  1. Tengo una relación amor-odio con Urano! jajaja es que por un lado me identifico mucho con sus características y, por otro, lo padezco en mi casa VII
    Ojalá pueda darle una vuelta ascendente a ese espiral.
    Muy bueno tu blog.

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